Educación interdisciplinar: ¿utopía o
realidad?
El proyecto Lliciu
Introducción
Ejercer la docencia en un entorno tan avanzado como el nuestro, en un
mundo tan individualizado como el actual, tan cambiante y todos los etcéteras
que se quieran, no es tarea fácil. Más bien al contrario, el docente, el
“enseñante”, para decirlo en términos más exactos, ha de enfrentarse a
“enemigos externos” muy difíciles de vencer. Alguno de esos “enemigos” está
dentro del propio colectivo, generalmente insolidario e individualista; pero,
las instituciones estatales, regionales o locales que manejan el “cotarro”
educativo tampoco contribuyen excesivamente a hacer de esta bendita profesión
un remanso de paz.
Estas consideraciones y algunas otras en parecida línea son las que se
hacen de forma catártica infinidad de profesores en los distintos foros, más o
menos formales, en los que se encuentran (salas de profesores, reuniones
varias, cafeterías, etc.) Sin embargo, a pesar de esos lamentos nada parece
haber cambiado: los estudiantes continúan desmotivados; el índice de absentismo
escolar sigue siendo muy elevado; aumenta el fracaso escolar… Estamos a la cola
de los países de nuestro entorno en demasiados parámetros. ¿Por qué las
repetidas reformas educativas que hemos “padecido” no han logrado frenar esta
aparente caída libre del sistema educativo?
En este contexto, un grupo de profesores del IES Bernaldo de Quirós de
Mieres se preguntaba, en uno de esos foros menos oficiales antes mencionado,
cómo era posible que los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria fueran
incapaces de relacionar los contenidos entre las diferentes asignaturas que
cursaban. Poco a poco fue gestándose la idea de intentar poner remedio a eso.
De esa manera, surgió el proyecto Lliciu.
Los “llicios” son, en Asturias,
los vástagos de madera que en un telar unen y separan las hiladas para la
creación de la trama del tapiz. Este proyecto trata de agrupar y dirigir
finalidades comunes para la consecución de un único objetivo: se trata de interrelacionar
todo tipo de contenidos, competencias y objetivos de manera que todo forme un
bloque conjunto. Todo ello, para evitar, en la medida de lo posible, que los
conocimientos adquiridos por nuestros estudiantes se pierdan en algún recóndito
lugar de su mente y por lo tanto ignoren dónde, cómo y cuándo aplicarlos
Justificación del proyecto
El proyecto LLICIU nace de la inquietud de una serie de profesores hacia
las reformas educativas de los últimos años y critica constructivamente
aquellos apartados que, aunque sólidos y determinantes en el papel, se
encuentran bastante alejados de la realidad del día a día en las aulas. Nos
marcamos metas utópicas pero mantenemos los pies en la tierra para poder
aportar herramientas e ideas que nos parecen concluyentes y que chocan
frontalmente con la legislación actual. Una legislación que, dicho sea de paso,
y no es el menor de los problemas, resulta tremendamente compleja y se
encuentra deslavazada y diseminada en docenas de Leyes Orgánicas, Boletines Oficiales,
Reales Decretos y otros documentos legales cuyo estudio riguroso llegaría a dar
cuenta de sus contradicciones o de su indolencia dada la subjetividad de
algunos textos.
La solución al problema educativo aparecerá cuando entendamos que la
educación es algo integral que excede el ámbito académico. De otro modo no
haremos sino acabar achacando los problemas de conocimiento de un alumno al
profesor que tiene una o dos clases
semanales con él y que, siendo el último eslabón de la cadena, trata desesperadamente
de luchar contra todo el sistema. La interdisciplinariedad resulta ser simple y
lógica. Entonces ¿por qué no se construye una ley que la fomente de una vez por
todas en lugar de poner parche sobre parche a metodologías obsoletas que han
demostrado hasta la saciedad sus pésimos resultados?
Un ejemplo del fracaso estrepitoso de ciertas metodologías lo tenemos en
el espíritu que fomentó en su momento los llamados Planes Lectores. Con muy
buenas intenciones muchos docentes se reunieron en seminarios y grupos de
trabajo donde se extrajeron conclusiones interesantes que nunca llegaron a
ponerse en práctica más que como mero compendio de intenciones o, en último
caso, delegando esa responsabilidad en la voluntad de cada cual. Además nos
parece una hipocresía animar al profesorado a elaborar materiales
interdisciplinares y a participar en actividades interdepartamentales con todas
las trabas que es necesario salvar para ello, sean horarias, espaciales, de
coincidencia en los grupos lectivos de ese curso académico concreto, etc.
Tampoco ayuda el tiempo que continuamente hay que dedicar a la adaptación de
los nuevos sistemas educativos, a elaborar tediosos y engorrosos documentos
burocráticos para una actividad de una hora o simplemente en el que perdemos la
paciencia haciendo cábalas buscando a compañeros y confiando en su buena
predisposición para utilizar el aula que tiene tal o cual material específico.
Otro ejemplo del “sí pero no” que podemos
encontrar en nuestro sistema educativo: las pruebas diagnóstico, la ambigüedad
y fragilidad de los criterios con que están elaboradas. Es un inicio para lo
que debería de ser una verdadera evaluación interdisciplinar, tanto del
alumnado, como de los métodos del proceso educativo, etc. De estar bien elaboradas
podría conseguirse incluso detectar las faltas y las descoordinaciones de los
diferentes ámbitos y poder corregirlas.
Uno de los principales objetivos del actual
sistema educativo, es asegurar una formación común a todos los alumnos basada en
una educación de calidad. En este sentido, adquiere importancia la definición
de las competencias básicas que
permiten poner el acento en aquellos aprendizajes considerados imprescindibles,
desde un planteamiento integrador y orientado a la aplicación de los saberes
adquiridos.
Las competencias se dirigen
hacia el desarrollo integral de las capacidades y se construyen en base a las
facultades generales del individuo. Para su consecución es necesario, por un
lado, convertir los aprendizajes en significativos, apartándose de todo
contenido puntual o descontextualizado y por otro que el aprendizaje sea
necesariamente integrador y relacional. Si en la anterior ley se intuía la
importancia educativa que tenían ciertos rasgos interdisciplinares, en la
actual esta idea aparece con total convicción. Los Ejes Transversales
resultaron ser una idea que no entró en la raíz del problema; las Competencias Básicas, sin embargo, sí
lo hacen, aunque tímidamente, pues, a pesar de aparecer como punto de encuentro
común entre los diferentes ámbitos, no dirigen hacia ellas los currículos sino
que son ellas las que acaban insertándose en los anteriores. Esto muestra que
tanto su espíritu como su función no es integrarlos. Por ello entendemos que
nos encontramos ante un punto de partida, no ante un elemento concluyente y
definitivo. Se trata, a nuestro parecer, de una ley diseñada para defenderse de
los pésimos resultados de los últimos informes Pisa en los que se pusieron de
manifiesto tanto las carencias de nuestro sistema como lo hermético e
inflexible del mismo.
La interdisciplinariedad se presenta, a nuestro entender, como el mejor
camino para lograr un total aprovechamiento de la labor educativa, sin perder
de vista las competencias... De este modo los contenidos no se mostrarán inconexos
y se solucionarán en parte los consabidos problemas de concentración y
dispersión. Además, este hecho supondrá la ruptura terminante de la linealidad
en la aplicación de los currículos adaptando cada parte de los mismos a un
sistema integrado de redes cruzadas que fortalece por necesidad la adquisición
de contenidos, su comprensión y su memorización. Este sistema debe basarse
fundamentalmente en la coordinación de contenidos de las Programaciones
Docentes allí donde los objetivos de las áreas, materias o ámbitos coincidan,
siempre teniendo en cuenta la adecuación al entorno y al marco legal de nuestra
comunidad autónoma.
El proyecto LLICIU nace, en definitiva, con un único interés, el de
dialogar para acordar. Esta es la base de lo que entendemos por
interdisciplinariedad y que trataremos de desarrollar en las próximas líneas.
Entendemos que el conocimiento, la actitud, los sistemas de valores, las necesidades
de un individuo no existen de manera independiente los unos de los otros. Por
eso podemos aceptar una definición de competencia como el modo en que el
individuo soluciona una tarea. Puede debatirse mucho sobre la idea de la
pertinencia o no de una u otra solución, pero resulta incuestionable que para
solucionar un problema concreto el alumno no puede tener simple conocimiento de
las estrategias a seguir, sino que también debe de querer llevarlas a cabo, de
tener las capacidades para ello, como la de comprensión del enunciado, la de
esfuerzo…
Beneficios y lógica
interdisciplinar
Si tratásemos de justificar de
antemano las posibles consecuencias de una coordinación o lógica
interdisciplinar caeríamos en el engaño en que se ha caído a lo largo de estos
últimos años al fundamentar las leyes en teorías alejadas de toda práctica.
Para evitarlo, merece la pena destacar algunos de los antecedentes que parecen
corroborar nuestras tesis. Sirva de ejemplo el avance hacia una comunicación
interdepartamental que suponen los Programas Bilingües. En este caso, se trata
tan solo de una segunda lengua junto con otras dos o más materias del currículo
académico. Merece la pena también destacar lo que suponen para la formación del
profesorado y que incluso se ha creado
un espacio horario para la coordinación entre ámbitos; el resultado evidente es
que esa coordinación se lleva a cabo porque el propio proyecto educativo la
recoge, esto es, la hace posible, no solamente la fomenta, como acaba
resultando el caso de las Competencias Básicas.
El desarrollo de las sesiones con el alumnado funciona porque las asignaturas
se retroalimentan y refuerzan unas a otras. Se homogeneiza el proceso de
enseñanza haciendo más sencilla la adaptación curricular de las materias tanto
en estos grupos como en los demás. Comenzamos a hablar de
interdisciplinariedad, aunque haya mucho que debatir a favor y en contra de las
Secciones Bilingües. También es importante destacar que existe una primera
selección anterior a la formación de los grupos que, aunque en el papel no se
recoja, en la práctica discrimina
niveles educativos, agrupando alumnado que por lo general se encuentra
más motivado y que suele obtener mejores resultados académicos.
De este modo en las instituciones donde la enseñanza bilingüe resulta
completamente integrada, como es el caso de los centros anglófonos,
francófonos, ikastolas y otras enseñanzas regladas de ciertas comunidades, los
niveles académicos muestran una mejora sustancial de los resultados referidos a
las competencias en estas lenguas. Podemos entender que son solo estas materias
las que han sido integradas de manera interdisciplinar y no el resto, o que el
resto de materias han sido integradas con la lengua en cuestión, pero no entre
sí. Es decir, hablamos de una interdisciplinariedad parcial.
¿Qué se entiende por interdisciplinariedad? Como siempre, o casi
siempre, el diccionario nos lo deja claro: el término interdisciplinariedad se
refiere al tipo de trabajo científico que requiere la colaboración de diversas
disciplinas diferentes y, en general, la colaboración de especialistas
procedentes de diversas áreas. Este vocablo también se aplica a todo proceso de
integración de varias disciplinas, para la búsqueda de soluciones a problemas
de investigación, por lo cual, excluye la verticalidad de las investigaciones
como proceso investigativo. Desarrollemos un poco más el concepto.
La interdisciplinariedad evidencia los nexos entre las diferentes
asignaturas, reflejando una acertada concepción científica del mundo; lo cual
demuestra cómo los fenómenos no existen por separado y que al
interrelacionarlos por medio del contenido, se diseña un cuadro de interacción
y dependencia del desarrollo del mundo. Esta, esencialmente, consiste en un
trabajo común teniendo presente la interacción de las disciplinas científicas,
de sus conceptos, directrices, de su metodología, de sus procedimientos, de sus
datos y de la organización de la enseñanza y constituye además una condición
didáctica y una exigencia para el cumplimiento del carácter científico de la
enseñanza. Los conocimientos sin vinculación entre sí rompen la asimilación
consciente de los conocimientos y habilidades. Lograr una adecuada relación
entre las diferentes asignaturas, influye en el consecuente incremento de la
efectividad de la enseñanza tanto en términos cuantitativos como cualitativos;
lo que significa una óptima preparación de los estudiantes, a la vez que exige
una mayor preparación del profesorado. La relación interdisciplinaria es un
principio didáctico independiente y de difícil aplicación; no sólo por su
complejidad desde el punto de vista teórico, sino también por la necesaria
coordinación de esfuerzos entre los docentes de las diferentes asignaturas; sin
embargo, creemos, es la metodología más adecuada para el desarrollo integral
del estudiante que, se supone, es lo que perseguimos.
La interdisciplinariedad dignifica el trabajo docente ya que derrumba en
la práctica el currículo establecido sobre las teorías de aprendizaje de corte
conductistas; se cifra la posibilidad de lograr un conocimiento realmente
transformador en el campo de la educación secundaria.
En otras palabras, el docente siempre ha sido visto como mero
reproductor del saber y ha sido deliberadamente inducido a pensarse como
trabajador que reproduce lo planificado, que lo hace sentir como incapaz de
elaborar algo nuevo, producto de si mismo; la interdisciplinariedad crea el
escenario y las condiciones para la elaboración conjunta, el encuentro de
saberes.
Se trata de un desarrollo curricular caracterizado por la flexibilidad,
la adecuación y enriquecimiento permanente, esperando superar la concepción
tradicional del aula de clase al incorporar de manera progresiva múltiples
espacios sociales y comunitarios como ambientes de aprendizaje, relacionándolos
con los proyectos educativos integrales comunitarios y productivos, a través
del trabajo de campo y la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos,
orientado hacia la posibilidad de resolver problemas, permitiéndose la
transferencia de lo que se aprenda con utilidad social.
Al asumir la práctica de la interdisciplinariedad en la escuela, se
quiere promover un enfoque de desarrollo, que no solo busca el crecimiento sino
el desarrollo humano integral, formando continuamente a los ciudadanos(as) no
solo en sus habilidades cognitivas o destrezas manuales sino formando en
valores solidarios y cooperativos.
¿Qué es Lliciu?
Ante todo, y siguiendo la lógica
de todo lo anteriormente expuesto, diremos que el “Lliciu” lo formamos
profesores pertenecientes a los diferentes ámbitos del primer ciclo de ESO, con
amplia experiencia profesional en numerosos institutos, no necesariamente
adscritos al mismo centro, etc. Hacemos esto porque realmente creemos en el
proyecto, que no nos fue impuesto, sino que es producto de las inquietudes del
profesorado. Además, todo ello nos ha servido para estrechar relaciones
personales, de amistad y ha fomentado en nosotros el debate, la tertulia y el
intercambio abierto y sincero de opiniones.
Pretendemos dar forma y desarrollar los objetivos del proyecto en varios
años. El proyecto se diseña, en principio, para toda la ESO; comenzamos a
conocer los currículos del primer ciclo. La intención es conocer los del
segundo ciclo y después coordinarlos todos.
El planteamiento y los resultados de los debates dan forma al orden del
día siguiente. Todas las decisiones se toman por estricta unanimidad y las
propuestas individuales son debatidas y tenidas en cuenta.
Esto supone que el cambio en una materia arrastra consigo la
modificación del resto de los acuerdos. El método de trabajo es lento pero una
vez se van consiguiendo resultados la aplicación es mecánica.
Lo primero que debemos destacar es el enorme desconocimiento de los
demás currículos y las ideas preconcebidas que todos tenemos de las asignaturas
que no impartimos.
En relación a los resultados prácticos es necesario decir que son
escasos pues por el momento estamos elaborando todos los esquemas, las tablas e
inventando los sistemas. Se supone que una vez concluidas, será más sencillo
aplicarlas al resto de niveles. Los resultados más tangibles se refieren a los
límites de la propia ley. Ahí, el grupo de trabajo choca de frente con la actual
normativa vigente y de ello se extraen las propuestas para una posible reforma
legal y las ideas que marcarán la metodología a seguir cuando haya que
coordinar todos los currículos de los cuatro niveles de ESO.
Las líneas inspiradoras de este proyecto se
resumen en los siguientes objetivos:
1
|
Elaborar un sistema base de
coordinación intercurricular en el mayor número de aspectos básicos comunes
que se pueda entendiendo como tales los objetivos, contenidos, metodologías,
criterios de evaluación, etc. de las diferentes áreas.
|
2
|
Efectuar una evaluación común
del proyecto así como un estudio de la aceptación que tendría tal aplicación
dentro del ámbito educativo por medio de encuestas de elaboración propia.
|
3
|
Establecer un material que cree
un precedente de cara a una posible aplicación práctica o al apoyo para una
futura reforma de las metodologías docentes y los currículos académicos.
|
4
|
Facilitar el acceso a los
recursos, material y espacios existentes en los centros a través de
propuestas de coordinación de los mismos.
|
5
|
Promover los intercambios de
información y experiencias para que la diversidad de propuestas se convierta
en una fuente de enriquecimiento y estímulo recíproco.
|
6
|
Fomentar la participación de
todos los miembros de la Comunidad Educativa, implicándolos de manera
activa en la aportación de ideas y planteamientos tanto personales como
generales enriqueciendo y nutriendo el proyecto desde los puntos de vista
específicos de los diferentes ámbitos educativos.
|
7
|
Fomentar la posible
participación activa de otros miembros de la comunidad educativa
pertenecientes a las distintas directivas y órganos de coordinación e
inspección educativa.
|
8
|
Mejorar la imagen del
profesorado y de la labor docente para hacer entender a los distintos
sectores sociales no implicados directamente en el sistema la importancia de
la educación en la reforma de los valores sociales y la consecución de
valores personales.
|
9
|
Establecer un precedente para
futuros proyectos interdisciplinares que traten de llevar a cabo una
transformación de los sistemas educativos en lo tocante a la conexión de los
distintos ámbitos y materias.
|
Somos conscientes (de ahí nuestra
implicación en el proyecto) de que la aplicación de métodos interdisciplinares
en el actual marco educativo, conlleva muchas ventajas. Evidentemente, también
inconvenientes; sin embargo, estos, en su mayoría, vienen dados por la
imposibilidad de llevar a cabo las conveniencias debido a los límites del marco
legal. Estos inconvenientes han de tomarse, pues, como propuestas de cambios.
VENTAJAS
|
Relación entre ámbitos,
contenidos y metodologías que apoyan el verdadero aprendizaje significativo.
|
Coordinación entre materias y por
lo tanto en los espacios, tiempos y materiales.
|
Continuidad lógica de los
contenidos y refuerzo permanente de las materias.
|
Simplificación del sistema.
|
Flexibilidad en el diseño
interdisciplinar y no solo entendida como apoyos de una misma materia.
|
Formación del profesorado por
simpatía (proximidad). Adquisición de nuevas metodologías y elaboración de
otras nuevas interdisciplinares.
|
Las ausencias puntuales del
profesorado tendrán menor repercusión al ser reforzados parte de sus
contenidos en otras materias.
|
Pautas comunes de aplicación a
todos los ámbitos:
v
Contenidos comunes (p. ej. Actitudinales…).
v
Criterios de evaluación comunes (los que
puedan serlo como el tener en cuenta las faltas de asistencia, el no traer
material, la expresión y ortografía, etc. Se necesita que dichas pautas sean
de aplicación colegiada y haya unanimidad de criterios entre los profesores.
v
Normas comunes de actuación o intervención.
|
INCONVENIENTES
|
Hay contenidos que se apoyan en
otros de otras materias y dados a posteriori.
|
Discontinuidad temporal de los
currículos académicos de algunas materias.
|
Listado de contenidos de las
asignaturas por preferencias. Existen contenidos que son fundamentales para
el desarrollo integral del sujeto y no específico de la materia.
|
Revisión de la carga horaria
semanal y por nivel de cada asignatura.
|
No existe coordinación alguna
entre Equipos Docentes ya que lo que recoge la ley se resume en:
Ø
Evaluaciones: decisiones puntuales colegiadas.
Ø
Reuniones de Equipos Docentes: dirigidas en la
práctica a atender a la diversidad y que acaban por caer en los casos más
complicados.
|
Las Competencias Básicas vienen
dadas como meras intenciones; un ejemplo de ello es la Competencia digital
que se recoge pero solo se aplica a voluntad del profesorado.
|
Bibliografía obsoleta y
cerrada. Proposición de unidades didácticas abiertas que permitan el apoyo en
clase y no la guía obligada. El problema no es docente en muchos casos y
viene impuesto por las propias editoriales.
|
Falta de valoración de unas
materias y ámbitos, tanto por el alumnado como por parte del profesorado, así
como por parte de la sociedad. En este sentido, debemos puntualizar la
tendencia a confundir Competencias Básicas y Asignaturas (como la Competencia
en comunicación lingüística con lengua y la Competencia matemática con
matemáticas).
|
Ejemplo de propuesta de tabla de correspondencias entre los contenidos
de algunas de las materias de 1º de ESO. En negro se muestran los lazos de
unión básicos entre los distintos bloques de contenido. Esto nos obliga a una
disposición determinada dentro del actual sistema. De ser llevado a cabo con
coherencia el método en todo el currículo de ESO obtendríamos una coordinación
definitiva que llevaría a cuestionarse la relevancia de impartir algunos de los
contenidos actuales, así como la necesidad de inclusión de otros nuevos que
fomentarían con más fuerza la ruptura de los límites de los actuales ámbitos.
Propuesta para distribución temporal de los diferentes bloques de
contenido atendiendo a las anteriores correspondencias. De llevarlo a cabo de
manera integral en todo el actual currículo su ordenación marcaría las pautas
lógicas de distribución temporal de las asignaturas. De todos modos las tablas
se están ajustando a la actual normativa con ánimo de que sirvan como
propuestas de actuación metodológica y al mismo tiempo como herramientas de
aplicación práctica. Este problema de aplicación resalta las limitaciones e
incoherencias actuales y saca a la luz algunos de los problemas a los que el
profesorado se enfrenta a la hora de coordinar cualquier acción
interdisciplinar. Evidentemente los resultados de las Pruebas Diagnóstico,
aunque limitados y un tanto subjetivos, se encontrarán siempre con una frontera
que no podrán rebasar con el actual sistema dados los recursos de los que se
dispone y su inadecuada gestión.
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